Nuestras ponedoras conviven en instalaciones con iluminación y temperaturas adecuadas, bajo la supervisión de un equipo de veterinarios que cuidan y controlan su alimentación y su salud. Los sistemas de distribución de pienso y agua permiten que cada animal tenga acceso a ambos de forma continua, en función de su propia demanda. Durante los últimos años hemos construido nuevas naves de producción hasta alcanzar 500.000 ponedoras ya alojadas.
En ellas se ha cuidado especialmente el diseño de edificios desde el punto de vista higiénico sanitario, y se ha equipado de baterías enriquecidas de acuerdo a la legislación vigente de bien estar animal.