Nuestras instalaciones tienen una capacidad de aproximadamente 900.000 plazas anuales. Las pollitas llegan al criadero con un día de vida, procedentes de incubadoras de gran renombre, y permanecen allí hasta alcanzar entre 15 y 17 semanas de edad, momento en el que se trasladan a las naves de puesta.

En el criadero se controlan cuidadosamente todas las condiciones ambientales, tales como la ventilación, el suministro adecuado de agua y pienso, así como los niveles de luz. Estos factores son fundamentales para asegurar la calidad de la futura producción de huevos.

Tenemos implementado un riguroso y completo plan de vacunación, y durante toda esta etapa  realizamos análisis mediante laboratorios externos y mantenemos un estricto control de salmonella siguiendo el PNCS.